El tiempo que Isvara Puri pasó en Navadvipa, él enseñó el Krsna Lilamrta al pequeño Gadai, quien era muy serio en sus estudios. El joven Nimai era más juguetón, y le hacía chistes a Gadadhara Pandita, quien no quería ser disturbado en sus estudios. En ese hermoso lila, Gadadhara Pandita evitaba al Gran Maestro. Él necesitaba mantenerlo alejado, debido a sus chistes. A la vez, eso también le causaba gran separación y por eso Gadadhara Pandita vivía un gran dilema.
Los dos niños atendían las clases en la escuela de Ganga Dasa. En una ocasión, el Gran Maestro se encontró con Gadadhara Pandita. El Señor tomó ambas las manos de Gadadhara y dijo:
“Escuché tu estudio de lógica, y debes responder Mis preguntas antes de irte.”
Gadadhara Pandita aceptó y el Señor comenzó:
“Dime los síntomas de la liberación”.
Gadadhara contestó de acuerdo al conocimiento que había obtenido en los libros, pero el Señor le dijo:
“Tus respuestas no superan el estándar”
Gadadhara insistió:
“De acuerdo a las escrituras, la liberación viene únicamente después de eliminar el sufrimiento extremo”.
Nimai Pandita, el Señor de Sarasvati Devi, la diosa del conocimiento, apuntó las discrepancias desde varios ángulos de las explicaciones de Gadadhara Pandita. No había quien pudiera vencerlo, nadie que pudiera ganar un debate con Él.
“Gadadhara vete a casa hoy, pero, mañana nos encontraremos de nuevo y tendrás otra oportunidad”, dijo Nimai. Sin embargo, sólo pensaba en huir de la asociación de Nimai. Ofreció sus respetos a Nimai y se fue lo más rápido que pudo.