En una oportunidad los devotos se reunieron con el Gran Maestro en la casa de Chandrashekhara para representar una obra de teatro. Se encontraban presentes varios devotos, a quienes Sri Caitanya encargó diferentes papeles en el drama. El primero que entro fue Haridasa. En seguida se presentó Srivasa Pandita, mientras Madre Saci Devi asistía a todos, junto con otras señoras. El Señor Caitanya se vistió como Rukmini y asumió los diferentes humores de la princesa de Vidarbha, terminando así la primera parte del teatro.
En la segunda parte, Gadadhara Pandita entró con su amigo Brahmananda. Los dos estaban vestidos como señoras, y Haridasa les preguntó:
“¿Quiénes son ustedes?”
Brahmananda contestó:
“Nuestro destino es Mathura”
Srivasa preguntó aun más:
“¿Quiénes son sus esposos?”
Pero a Brahmananda no le gusto y dijo:
“¿Por qué quieres saber eso?”
Entonces Srivasa dijo:
“¿No es apropiado preguntarle tal cosa?”
A lo que, Brahmananda simplemente respondió haciendo un gesto afirmativo con la cabeza.
A continuación Ganga Dasa les preguntó:
“¿Dónde se quedaran ustedes esta noche?”
Brahmananda, interpretando la pregunta como una invitación, le contestó: ¡Sí! podemos pasar la noche aquí. Pero a Ganga Dasa no le gusto su respuesta y le dijo:
“¡No! Ustedes deben irse.”
Para suavizar el alterado humor en el cual estaban entrando los devotos, Advaita Acarya dijo que no había necesidad de tantas indagaciones y empezó a cantar.
Complacido con la actitud de Advaita Acarya, el Señor Gadadhara comenzó a bailar. Él estaba vestido como Laksmi Devi y los devotos cantaban canciones apropiadas. Gadadhara lloraba tanto que semejaba a la misma Ganga Devi descendiendo a la tierra.
En ese momento, Sri Caitanya apareció vestido como Radharani y comenzó a bailar junto con Nityananda, delante de la bienaventuradaaudiencia que los aplaudía vigorosamente.